La intensa sequía que afecta a Catalunya ha causado la muerte de decenas de peces en el lago de Castelló dels Aiguamolls del Empordà.
En concreto, la falta de agua y las temperaturas elevadas han desembocado en una condición de anoxia, una disminución de oxígeno en el agua. Esta situación ha provocado la incapacidad de los peces para sobrevivir, creando la imagen de múltiples ejemplares flotando sin vida en la superficie del estanque. Particularmente, se hace referencia a las lisas, una variedad frecuente en este entorno y que ha sido impactada directamente por las repercusiones de la sequía.
El director de políticas ambientales Marc Vilahür, da por hecho que se repetirán este tipo de situaciones y defiende la implementación de «soluciones fundamentales» y de raíz donde se haga una política medioambiental basada en la reducción del CO2 y grabando las emisiones más contaminantes.
La anoxia se produce debido a la insuficiente presencia de oxígeno en el agua, provocada no sólo por la falta de flujo, sino también por el régimen de temperaturas elevadas. Esta condición impacta a todas las especies que habitan el entorno acuático, aunque algunas presentan una mejor resistencia que otras.
Vilahür ha informado de que no procederá a la retirada de los peces del estanque. Esto se debe a que el área es extremadamente fangosa, lo que podría acarrear un peligro para aquellas personas encargadas de la operación pero que no supone ningún riesgo sanitario.